La sidra fácil. Campple está pensada para ser bebida. Parece una obviedad, pero este producto, profundamente anclado en la tradición sidrera asturiana, está concebido como una bebida moderna y sin complejos, en la que se liman las aristas del fermentado de manzana hasta conseguir un paso por boca suave y goloso.
Se elabora en Asturias, pero su inspiración es Americana. Por eso la tradicional acidez y los aromas duros de esta bebida centenaria se cambian por una boca ligeramente dulce y con el toque refrescante de una burbuja apenas perceptible.
 | Bebe Campple bien fría, directamente de la botella o en un vaso con boca ancha. A diferencia de sus hermanas asturianas, no pide que la acompañes con comida; te la recomendamos a media tarde y en tragos largos. |
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